amor

Queremos compartir contigo una historia de amor que sucedió en marzo de 2020, cuando Ana y Gabriel se conocieron de una forma un tanto, inusual.

No solemos encontrarnos con historias de amor en tiempos de COVID, con la mascarilla de por medio ocultando una buena parte de nuestro rostro. Sin embargo, con una mirada puede ser suficiente. Sobre todo cuando se sabe que se ha encontrado a la persona adecuada.

Historia de amor que sucedió en un mes de marzo

En marzo del pasado año, fue decretado el estado de alarma en España. Luego empezó un largo confinamiento. Pero, antes de ese momento, Ana y Gabriel se conocieron en un viaje en el metro de Madrid.

Por aquel entonces, pocas personas llevaban mascarilla. De hecho, prácticamente no había forma de comprarlas. Pero ellos ya eran dos adelantados para la época. Quizás fue por eso que se conocieron, porque se miraron a los ojos y, sin ver la boca, ambos sabían que estaban sonriendo.

Cada día coincidían en el metro y se reconocían por las mascarillas. Ambos llevaban unas normales, de color azul. Hasta que, un buen día, ella dejó de aparecer.

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Gabriel se temía lo peor. Empezaban a fallecer personas a causa de la pandemia y había dejado de encontrarse con Ana en el metro como cada día. Por lo que, se le ocurrió dejar un mensaje en uno de los asientos del metro. Hasta que, entrando el confinamiento, recibió una respuesta.

Gabriel dibujó un chico con la mascarilla y le escribió, “quiero volver a verte”. Cuando Ana se subió días más tarde al metro y lo vio, sabía que era por ella, dentro de ella sentía que ese mensaje era para ella.

Decidió probar suerte y escribir un lugar y una hora. Le dio margen de unos días para que Gabriel pudiera leerlo y, cuando éste volvió a subirse al metro, lo que hizo fue buscar ese asiento para ver si tenía respuesta al mensaje. Porque aunque podía verlo cualquiera, solo ellos sabían interpretarlos.

Ana le esperaba en ese lugar, pero un poco apartada, desde una cafetería que estaba justo enfrente, ¡podía presentarse cualquiera que hubiera visto el mensaje! Pero allí estaba Gabriel, con su mascarilla…

Al verlo, Ana sonrió y decidió caminar hasta él. Se presentaron. Se miraron y decidieron dar un paseo. Así se conocieron.

Poco después, llegó el confinamiento a España. Sabían que tendrían que estar encerrados en su casa sin poder verse. ¿Cómo lo hicieron? Para ambos, el confinamiento pasó muy rápido. Hablaban todos los días, se veían por videollamada e incluso quedaban a escondidas.

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Él tenía perro y ella no, pero lo cuadraban cuando ella salía a la compra o a la farmacia. Y, poco a poco, día tras día, se fueron enamorando. Él ya no podía vivir sin ella y ella ya no podía vivir sin él. No entendían la normalidad sin estar juntos.

Y te preguntarás, ¿qué sintieron cuando sacaron la mascarilla y se pudieron ver? Lo cierto, es que estuvieron días y días viéndose sin mascarilla, sin ponerse rostro, hasta que Ana le preguntó por sus apellidos para poder buscar en las redes sociales y conocer a Gabriel un poco mejor. Él hizo lo mismo.

Pero a pesar de que no se habían visto en persona sin las mascarillas, ambos se habían curioseado por las redes sociales para saber cómo eran.

Tras el confinamiento, Gabriel le pidió a Ana que se fuera a vivir con él para no volver a estar separados y así lo hicieron.

Una historia de amor preciosa que sucedió un marzo un tanto inusual. Pero el amor puede surgir en cualquier lugar.

¿Quieres saber cómo te irá en el amor? Descúbrelo aquí.

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